El vidrio templado, (también conocido como cristal templado) está fabricado a través de un proceso de calentamiento y enfriamiento brusco, lo que le otorga una dureza 6 veces superior a la de un vidrio convencional.

En caso de rotura, lo hace en trozos pequeños granulares, en lugar de astillar en grandes fragmentos dentados, de esta forma disminuyendo el riesgo de daños físicos.

Una vez realizado el proceso del vidrio templado hay que tener en cuenta que no podrá ser modificado, no se puede ni cortar ni perforar ya que se podría fracturar.